Los clientes son una parte fundamental de su negocio, no los deje ir. Es por ello que dentro de su plan de negocios debe contemplar una estrategia para retenerlos. Aquí le dejamos algunos consejos para enamorar a sus clientes
Muchas veces no basta con tener un buen producto o servicio para atraer clientes, ahora es necesario generar experiencias, las personas ya no compran según la funcionalidad, precio o conveniencia, ahora prevalece lo que les haga sentir o vivir ese producto o servicio.
En tal sentido, conseguir clientes se ha convertido en un arte, el arte de hacer que el público objetivo se enamore de una marca o producto. A continuación, le enumeramos una serie de consejos que debe seguir para conquistar clientes:
Conózcalos: Lo primero y más fundamental es saber con quién está tratando. Si no sabe quiénes son, lo que les gusta, qué los mueve, cómo hablan, a dónde van, no podrá entablar una conversación con ellos. Para lograr conocerlos, la mejor fórmula es escucharlos, observarlos y liberarse de los prejuicios para así no dar por sentado cosas que puedan resultar erróneas.
No venda humo: No cree falsas expectativas, ni haga promesas que no podrá cumplir. La honestidad será su mejor aliada, las redes sociales y la tecnología dejan a todos al descubierto, es por ello que es preferible ir por la calle de la sinceridad y así evitar malos ratos con clientes insatisfechos.
Sea agradecido: La lealtad se paga con más lealtad. Haga que esos clientes asiduos se sientan retribuidos, si bien ellos vuelven porque les gusta el producto o servicio, no se siente solo a observar, cree programas de fidelidad, los cuales nunca perderán vigencia, porque a las personas les gusta sentirse mimadas, les gusta saber que son tratados de forma especial y con cierta exclusividad, gracias a que se han ganado ese lugar por su fidelidad.
Servicio: Ya se sabe que los costos de captar un nuevo cliente, son mucho mayores que los de retener a uno habitual. ¿Y qué es lo que hace que una persona quiera regresar a su negocio? Sin duda es la forma en la que lo tratan, capacite a sus empleados para que la cortesía, amabilidad y buen trato sean su carta de presentación.
No olvide el factor sorpresa: Muchas veces dar un poco más no cuesta tanto y su retribución sí es muy significativa. Supere las expectativas, sorprenda a sus clientes con algo especial, con algo que no se esperen, pero que aporte gran valor.
Intente siempre solucionar: Sabemos que hay clientes complicados, pero en la medida de lo posible trate de evitar que una persona abandone su negocio molesta, procure siempre escuchar, conciliar, mediar y encontrar una solución que ayude a calmar las aguas y logre que ese cliente se vaya menos molesto y al menos sienta que a usted le importó.
Gane su confianza: Haga que se sienta mucho más que un cliente, no solo escuche sus opiniones, sino que también debe propiciarlas, pregúntele sugerencias, qué puede hacer para mejorar, qué ideas le propone o qué le gustaría ver en el negocio. Ofrézcale cierta exclusividad, una primicia, comparta con ellos alguna novedad o plan futuro para que sientan que son parte de algo.
Orden y limpieza: Una imagen dice más que mil palabras, es por ello que si su negocio no evidencia lo que usted predica, todo el trabajo estará perdido. Debe cuidar los detalles, hacer sentir a gusto a las personas cuando entren a su negocio, que lo vivan y lo sientan con todos los sentidos, que lo identifiquen con un aroma agradable, que la iluminación sea adecuada, que esté todo en su lugar, eso marca la diferencia.
Novedad: No permita que se aburran, sin perder su esencia, ofrezca algo nuevo, juegue con la intriga de “con qué me sorprenderán esta vez”, cree ofertas, temáticas, combos, nuevos productos, alianzas, cambie uno o varios elementos y verá cómo logrará un efecto diferente cada vez.
Apunte a las emociones: Las personas quieren sentir, vivir, experimentar, si su producto o servicio le ofrecen una experiencia, los clientes no lo olvidarán y querrán regresar, porque aquello que nos produce algún sentimiento es mucho más fácil de recordar.